La primera vez que comí en Vila Real de Santo fue en el restaurante Caves do Guadiana y durante años, siempre que cruzábamos la frontera con mis padres para comprar sábanas y toallas, terminábamos comiendo aquí ‘sapateira’, bacalao á brás y arroz de marisco. Era como una especie de tradición en mi casa, venir hasta el Algarve de compras y almorzar en ese salón tan portugués, decorado con azulejos, al lado del viejo hotel Guadiana. Así que, como entenderán, guardó muchos buenos recuerdos de este lugar.
En nuestra reciente excursión con Odiana, Silvia Madeira nos puso al tanto de la nueva apertura del restaurante y nos recomendó su cocina. Silvia tiene un especial talento gourmet, así que no podíamos pasar por alto su sugerencia y en cuanto tuvimos ocasión volvimos a Caves do Guadiana. ¡Y vaya sorpresa!
El restaurante, ahora llamado Caves, ha experimentado un operación de cirugía estética espectacular. Menuda sensación al cruzar la puerta, como esa que se llevan los concursantes en los programas televisivos de reformas de casa con un antes y un asombroso después. El local en si no ha cambiado para nada, mantiene su arquitectura original, sus arcos, todos sus rincones, hasta su particular aseo, pero la decoración lo ha transformado por completo.
La combinación de materiales, los viejos artículos mezclados con los nuevos, la vestimenta de las mesas, los platos y ollas por las paredes junto a los embutidos, los nuevos azulejos, la vajilla de latón, la cuidada cristalería y otros muchos detalles hacen del Caves de hoy un restaurante muy ‘cool’, del que es fácil prendarse.
Fuimos un domingo y ese día el restaurante propone a sus clientes un buffet de cocido a la portuguesa, una oferta que empieza a extenderse por todo el país este día de la semana. Es la ocasión de darte un gran homenaje de este plato tan portugués, y en Caves lo puedes hacer por 15 euros, incluyendo también en el precio la elección de uno de sus postres caseros.
Nosotros somos adictos al cocido, así que no íbamos a dejar de pasar la ocasión, pero antes quisimos conocer cuáles eran las propuestas de la carta del nuevo Caves, con la intención de volver otro día a probarla. Y la carta es atrayente, no muy larga, pero justa para recoger algunos de los platos más emblemáticos de las gastronomía del sotavento algarvio, como el arroz de linguierão, el morro de atún o el xarem de berbigão. Una propuesta con un apartado interesante de carnes y a buen precio.
Dejamos la carta para otro día, y, como todo los comensales de la sala, disfrutamos del buffet de cocido portugués. Fue disfrutar, por su originalidad, por la variedad de sus complementos y porque todo estaba riquísimo.
Había pan artesanal y pan tostado con aceite; había chorizo, farinheira, chorizo negro y morcilla; había costillas, varios tipos de carnes y tocino; había arroz y frijoles; había patata, batata, col, zanahorias, nabo y hasta pera asada, y había un caldo de cocer los ingredientes, servido en viejos cacitos de la leche, que estaba buenísimo. A quien le guste el cocido á portuguesa, tiene que pasar por aquí un domingo.
Otra sorpresa fue el postre. Para elegir había varias opciones, pero yo quise arriesgar con la ‘Especie de Paulova’, ese postre de merengue y nata que se hizo en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova y que en la versión de Caves llega en un gran tazón del desayuno. Una excelente interpretación de un postre que está adquiriendo últimamente mucho protagonismo en la cocina lusa.
Silvia fue muy buena consejera y está claro que después de esta visita habrá más reencuentros y que Caves seguirá formando parte de la historia familiar.
DATOS DE INTERÉS
-Caves está ubicado en la Avenida de la República, frente al hotel Guadiana recientemente renovado. Abre todos los días, excepto los lunes.
-El precio medio oscila en los 20 euros por comensal. Pago en efectivo.
1 Comentarios
Que buena sujerencia! Muchas Gracias por el articulo!
ResponderEliminarGracias por tu comentario! Obrigado!