Spa Agua Mãe: flotar en las salinas





Cuando yo era pequeña en mi casa había un libro que me encantaba ojear con mi hermana Lourdes en esos días aburridos de lluvia. El libro resumía en grandes imágenes las maravillas naturales del mundo, y de ellas había dos que nos dejaban embobadas: las cataratas del Niágara y el Mar Muerto. Mi hermana y yo pensábamos lo alucinante que sería flotar en ese gran lago de sal sin flotador y sin aquellos incómodos manguitos con los que nos llevaban a la piscina. Quién me iba a decir a mi, años después, que esa experiencia la vivirá en el Algarve, dentro de una de las salinas de Castro Marim, un spa a cielo abierto que rompe todos los esquemas, el Agua Mãe.

A la tercera va la vencida, uno de los retos de este año en el Algarve era conocer y disfrutar del Spa Agua Mãe en las salinas de Castro Marim; una actividad turística y saludable que se estrenó el pasado verano, pero a la que llegamos tarde.


Este año, el día mismo que empezaba la temporada y después de conocer sus servicios en el día de puertas abiertas del Sapal de Castro Marim, me fui a visitarlo con unas amigas, pero la mañana se puso tan fría, que su propietario, Luis Horta, nos aconsejó dejarlo para más tarde. Entonces, la capa blanca que se forma encima del agua anunciando la flor de sal todavía no había aparecido en las salinas.


Así que a la tercera fue la vencida; ya no podíamos demorar más flotar en aquella piscina natural de agua salada y embadurnarnos con el barro reparador.



Nada más pasar Castro Marím, dirección Vila Real de Santo António, en una estrecha carretera de tierra, que sale hacia la izquierda, encuentras la señalización hacia las salinas de Barquinha



La verdad es que si no sabes de su existencia es difícil imaginar que detrás de un antiguo almacén, decorado con el color azul algarvio, con vehículos e instrumentos de trabajo en su puerta, se encuentre este spa natural. Una curiosa instalación que te permite recrearte con un baño o disfrutar de una sesión de yoga o de un masaje en un entorno único, singular y de una gran valor ecológico.


¿Cómo se puede convertir unas salinas en un lugar tan encantador? Intuyo que con imaginación, entusiasmo y con el compromiso de sus propietarios de poner en valor los recursos de tu tierra. El entorno junto al agua está salpicado de rincones para disfrutar del sol, zonas chillout para descansar, leer o recibir un masaje, hamacas para aburrirte mirando al cielo, una terraza con un bar para disfrutar de una rica cerveza fría y un aperitivo o una tienda de productos de las salinas.




Aquel día, gracias a las altas temperaturas del final de la primavera, la flor de sal ya había aflorado encima del agua, como si se trata de una fina capa de nata, de esa que surgía cuando de pequeños hervíamos la leche de vaca antes de beberla. Sobre los tanques de las salinas junto al spa ya se vislumbraban los pequeños cristales de la flor de sal, dispuestos para ser recogidos. El 'oro blanco' del Algarve, le dicen por aquí.


Dos de esos tanques de las salinas han sido habilitadas como piscinas, donde la concentración de sal ronda los 250 gramos por litro, una proporción que te permite flotar como en el mismo Mar Muerto.


Una serie de rampas de madera conectan y bajan hacia las dos piscinas. Cuando entras en el agua ya empiezas a notar algo diferente, para empezar la textura del suelo, la arcilla resbaladiza que luego untarás por el cuerpo, y que te incita rápidamente a flotar en el agua. 


Tan solo tienes que relajarte para darte cuenta que, sin hacer presión con el abdomen, puedes llegar a quedarte allí mismo dormido, como si el agua fuese un cómodo colchón. Y para facilitarte las cosas tienes a tu disposición cojines acuáticos para el cuello.


Te aconsejan media hora en la piscina, sin mojarte los ojos, y luego un descanso, que aprovechamos para cubrirnos el cuerpo con el barro natural de arcillas naturales. ¡Aquello si que fue divertido para Jaime! Por un momento parecía que nos camuflábamos para ir a la guerra de uno de sus videojuegos. 


Las arcillas las puedes coger del mismo fondo, pero para facilitarte las cosas también las encuentas en varios recipientes junto a las hamacas. Este barro natural está lleno de minerales y a la vez que se seca te va apretando dulcemente el cuerpo. 


Una vez seco, volvimos a la salinas para eliminarlo con un baño exfoliante, porque dicen que las arcillas actúan como uno de los limpiadores para sanos y eficaces para la piel.


Siempre ha habido algo sagrado, místico o vital en la sal. Aquí en Castro Marim, la sal es prácticamente el sustento de su vida, de su economía, tanto que es la primera comunidad salinera artesanal de todo Portugal.  Su excelente producto ha difundido el nombre de esta localidad algarvia por el mundo, consiguiendo que sus saleros estén presentes en las mejores mesas gourmet de fuera y dentro de Portugal.


Las salinas de Castro Marim, ubicadas en la reserva natural del SAPAL, debajo del Puente del Guadiana, son milenarias; desde que los romanos pisaron estas tierras se lleva a cabo aquí esta actividad productora, manteniendo los mismo usos y saberes.


Su flor  de sal es tan apreciada en el mundo por el método artesanal y manual que se utiliza en su recolección y que asegura su pureza. Cuando la sal emana en la superficie, como consecuencia de la evaporización, en el principio del verano, comienzan los trabajos de recolección, usando un instrumento de madera llamado ‘rodo’ para traer hasta la orilla de los ‘talhos’ (piscinas) la sal completamente limpia, que después se secará al sol.


El trabajo en las salinas une al hombre con la naturaleza en un ritual transmite de generación a generación y que en las salinas de Agua Mãe puedes conocer con una visita guiada en las horas de trabajo a las salinas, que requiere de reserva previa.


Aquel domingo nos quedó pendiente ver el trabajo del salinero; está claro que siempre que salimos de Agua Mãe, lo hacemos con la asignatura pendiente de volver.


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