La cultura y la vida en general de Castro Marim no se entiende sin el acordeón. La localidad algarvia demuestra su apego a este instrumento en una interesante y bonita exposición que hasta final de mes se puede visitar en la Casa do Sal y que supone el descubrimiento de la esencia del folclore algarvio y su proyección, gracias a la implicación de las nuevas generaciones. Las puertas están abiertas todos los días de 10 a 13 horas y de 14 a 18 horas.
Si hay un instrumento musical que identifica Portugal ese es el acordeón y de la misma manera ocurre en el Algarve, donde es el epicentro de su folclore; un indispensable en sus verbenas (arriais) y en su baile más típico, el 'corridinho', la danza que los Ranchos Folclóricos ejecutan en coro con los trajes típicos de labranza; una especie de polca.
Si hay un instrumento musical que identifica Portugal ese es el acordeón y de la misma manera ocurre en el Algarve, donde es el epicentro de su folclore; un indispensable en sus verbenas (arriais) y en su baile más típico, el 'corridinho', la danza que los Ranchos Folclóricos ejecutan en coro con los trajes típicos de labranza; una especie de polca.
Y
si hay una localidad algarvia que se vincule más estrechamente al acordeón esa
es Castro Marim, junto con Bordeira, en Faro. Las dos son semilleros de
excelentes compositores y músicos (la segunda de ella es la tierra natal de
José Ferreiro Pai, autor del célebre corridinho "Alma Algarvia"); y
en las dos, las actividades y actuaciones ligadas al instrumento son una
constante en su vida diaria.
Castro
Marim ha querido dejar patente la importancia del instrumento en sus tierras a
través de una preciosa y entrañable exposición que, hasta el 31 de octubre, se
muestra en la Casa do Sal, junto al campo de fútbol.
El
nombre de la muestra es bastante significativo Alm’Algarvia. ¿Habrá algún
instrumento que se toque tan cerca del corazón como ocurre con el acordeón?
¿Habrá algún instrumento que esté tan vinculado a los sentimientos de los
algarvios? La respuesta es la misma para las dos preguntas, no.
La
exposición Alm’Algarvia merece la pena visitarse aunque sólo sea para disfrutar
de los 30 acordeones de la colección particular de Vitor Faleiro, uno de los
fundadores de la Asociación de Acordeonistas Mito Algarvio, fundada en la
localidad en 2012 con el objetivo de defender y promover la tradición del acordeón.
La verdad es que, desde entonces, el sonido del acordeón es más frecuente en
estas tierras, y los fines del semana el ciclo ‘Baila Coração ao Som de Acordeão’, lleva su música
por todos los pueblos del municipio.
Mito
Algarvio ha sido la responsable de darle contenido a la exposición con una importante
labor de investigación y recopilación, con la que ha conseguido grabar 16
diferentes registros musicales de todo el Algarve, que puedes escuchar aquí.
Los
paneles te llevan hacia el pasado de un Portugal a mediados del siglo XIX,
donde aparece por primavera vez el término acordeón, donde la obra de Queiroz
ya habla del instrumento, donde los acordeonistas y las concertinas empiezan a
aparecer en los actos de la vida cotidiana de los portugueses.
Otro
de los apartados más particulares de la muestra es el taller del maestro José
Domingos Horta, uno de los pocos constructores que quedan de acordeones. Encima de su taller improvisado, en un gran cartel se lee: "Mi cultura sólo está en lo que yo sé hacer, no en lo que sé decir", frase del maestro.
Alm’Algarvia
te transporta al pasado, pero también deja latente que el acordeón no es un
instrumento de otros tiempos; todo lo contrario. El acordeón se afianza en las
nuevas generaciones, en jóvenes o niños, como Hugo Madeira , el nieto de nuestro amigo Luis, dueño del restaurante O Charco de Altura, que con tan solo 9 años y esas manos todavía tan pequeñas ha sido recientemente campeón del mundo en la categoría “Trophy National Under 10”.
Y el acordeón se afianza también en el Algarve, una región de ilustres acordeonistas que triunfan dentro y fuera de su país, demostrando que la música de su instrumento es la del alma lusa.
0 Comentarios
Gracias por tu comentario! Obrigado!