PLAYAS-RESTAURANTES
Hay lugares que no te los esperas, que nos pienses que estén ahí, que te
sorprenden cuando los descubres. Algo así nos paso con una de las calas de
Albufeira, la que lleva el simpático nombre de la 'Coneja' y su aledaña, la desconocida Maré das Porcas. Aquel día,
curioseando por los caminos de Sesmarias, no imaginábamos que detrás de un
estrecho y silencioso camino rural, que parecía no llegar a ningún lado, estaban aquellas preciosas playas a la espalda de uno de los restaurantes más prestigiosos de la región, O Marinheiro.
Albufeira tiene en sus treinta kilómetros de frente marítimo playas para
todos los gustos: urbanas, extensas, escondidas, populosas, diminutas,
marchosas, famosas, desconocidas, exclusivas… Entre sus acantilados puedes
encontrar maravillosos arenales para disfrutar de la cercanía al océano, y uno
de esas playas, es la Praia da Coelha y Maré das Porcas, una bonita cala que se conecta con esta playa en los días de marea baja.
Para quien no conozca bien esta región, es fácil pasar por alto parajes
encantadores a los que se accede por estrecho caminos abiertos en carreteras
secundarias. El ‘Caminho das Sesmarias’ es una de esas carreteras, la que une
Albufeira con Galé y en la que se abren las puertas de entrada a calas
maravillosas como la de Coelha, Castelo, Evaristo y Manuel Lourenço.
Para los fanáticos del mundo gourmet, como es David, la Guía Michelín es
como una bíblia, así que la búsqueda de uno de los de pocos Bib Gourmand del
Algarve, el restaurante O Marinheiro, nos puso también sobre el camino de la
cala de la Coneja, a la que puedes llegar andando desde su puerta con un grato
paseo.
O
Marinheiro es otra de las sorpresas del Algarve; un restaurante que quizá por fuera
no sobresale más que los demás, pero que se descubrió para nosotros como un
lugar elegante, con un grato servicio y una carta muy sugerente en la que los
platos típicos algarvios y sus materias primas se enaltecen con toques
internacionales.
Su
dueño, un magnífico anfitrión, Joaquín, ha conseguido que su cocina no sólo sea
una referencia de las guías más exclusiva, sino también que su comedor reciba
con la misma cordialidad tanto a los personajes más ilustres que pasan
por Albufeira, como a sus paisanos algarvios que eligen este restaurante para sus
comidas más especiales.
O
Marinheiro te adentra en los sabores de Portugal con sus platos de carne
elaborado en un horno de carbón y, ‘Cómo manda la tradición’, con pescados a la
brasa del día o composiciones más elaboradas en las que el bacalao y el pulpo
no podían falta. Raviolis, cuscús, risottos, preparaciones veganas o platos
vegetarianos conforman una lista y variada carta, con varias entradas para
‘Entretener la boca’, como esos deliciosos filetes de caballa sobre mousse de
escabeche.
Joaquín, que para rizar más el rizo se apellida Coelho, ha conseguido
que el restaurante montado en su localidad natal sea uno de los preferidos del
centro algarvio para cenar o tomar algo en un lugar elegante y bien atendido.
O
Marinheiro y algunas urbanizaciones o residencias turísticas colindantes
ocupadas casi siempre por extranjeros conforman la antesala de la playa de la
Coelha.
Aunque en la playa hay algunas zonas de aparcamientos, más bien pocas, es mejor dejar siempre el coche por aquí y llegar hasta la orilla del mar por un sosegado paseo a través de un sendero que finaliza en un banco, colocado estratégicamente bajo un árbol, mirando al Atlántico.
Coelha
es una de esas diminutas calas algarvias que se abren entre dos altos alcantilados convertidos en fabulosos miradores.
Dos grandes paredes de piedra, doradas y agujereadas, como si de un queso gruyère se tratara, cobijan un chiringuito de madera con
una terraza, a las que casi llega ese mar transparente y azul en esos días de
altas mareas, empapando una alfombra suave de arena dorada.
A simple vista sus dimensiones son reducidas, pero cuando al mar se le antoja separarse de la costa, la playa se amplia hacia el oeste con un bonito y desconocido arenal vecino; la playa Maré das Porcas.
Uno de esos escondites del tramo del litoral algarvio que unen el trayecto de la playa de São Rafael con la de Galé.
La playa de la 'Coneja' es uno de esos rinconcitos de Albufeira, apacible casi siempre, donde, aunque parezca imposible por su pequeñez, es frecuente encontrarla solitaria, esperándote para contemplar la caída del sol hacia el mar.
Para mi la Praia da Coelha tiene dos caras, dos recuerdos, dos imágenes igual de fascinantes: la del verano exultante y vitalista con sus colores azules, verdes y dorados, y la del otoño e invierno, donde el gris, el perla y el camel imponen calma y serenidad. ¡No se la pierdan, cualquier momento es buena para conocerla y disfrutarla!
DATOS DE INTERÉS:
-El Restaurante O Marinheiro abre todos los días de 18.30 a 23.30 horas. El precio medio es de 30 euros por persona. Es recomendable hacer reserva previa.
-La playa da Coelha tiene un chiringuito abierto desde por la mañana. En temporada estival tiene vigilancia, hamacas y sombrilla. Tiene un aparcamiento muy reducido. Desde el aparcamiento salen rutas para llegar desde los acantilados a las calas colindantes.
2 Comentarios
Tenemos una amiga que tiene una casa junto a la playa de coelha (pared con pared con la casa de cavaco silva) y a veces vamos. Esa playa hace 3 años era minúscula, pero dragaron con barcos y metieron un motón de arena, ampliándolo.
ResponderEliminarOs sigo desde hace tiempo. Gracias por toda la información que dáis.
Un español que vive en Faro.
Muchas gracias! La primera vez que fuimos, hace muchos años, prácticamente no había playa y, efectivamente, este mes de julio nos pareció mucho más grande.
ResponderEliminarGracias por tu comentario! Obrigado!