Ya saben quienes leen este blog que tengo debilidad por las pastelerías algarvias. Y no sólo porque me gusten muchos los dulces, sino porque estos espacios tienen mucho que ver para mí con la felicidad: con meriendas de domingo en familia, con cumpleaños, con vista a los abuelos, con fiestas, o con mis primeras salidas al cine en la niñez, que culminaban con ese rico merengue o palo de nata en las confiterías de mi pueblo.
Por ello, y porque en pasteles a Portugal no hay quien les gane, cada vez que paso por uno de su pueblos o ciudades me afano en buscar sus pastelerías más tradicionales.
Así lo hice en mi última visita a Silves, donde tenía un especial interés por merendar en Café DaRosa, un lugar muy especial bajo los soportales del ayuntamiento, en la Praça do Municipio, el corazón de esta ciudad, en el que se alza el Torreão, la antigua puerta de entrada por el recinto amurallado a la ciudad donde aprendió el arte de los versos el rey poeta Al-Mutamid.
La pastelería, un espacio que siempre ha conservado también su uso como café literario, es un lugar emblemático del barlovento algarvio. Un negocio que ha pasado de una generación a otra durante cuarenta años, pero que ha mantenido las recetas de su obrador y también parte de la decoración que lo hacen tan diferente, elegante y único.
Su característico mosaico de azulejos, los muebles antiguos, los platos de cerámica, los cuadros, las mesas de mármol, o las viejas balanzas para pesar las harinas y masas, se combinan con modernas lámparas, mesas de cristal o estanterías donde nunca faltan los libros.
Me encanta su estética, tan ‘chic’ y también tan ‘pulcra’, donde los pasteles, las galletas, las tartas o los licores se exponen en el mostrador y los aparadores como las piezas de una lujosa joyería.
Y también ofrece, para los que nos gusta bebernos el café con el sol del Algarve dentro, esa encantadora terraza escuchando el agua caer de la fuente de la plaza y donde nunca falta un acordeonista espontáneo para hacer más mágica la estancia con su música.
Y claro, luego en el Café DaRosa encuentras lo que realmente nos interesa a los golosos: unos pasteles adictivos, maravillosos, presentados con la misma elegancia que derrocha el establecimiento. Y para acompañarlo puedes elegir entre varios tipos de cafés, de tés naturales, de limonada casera o de ricos licores de la casa con múltiples aromas, que recuerdan a bonitos botes de perfume.
De su obrador tiene fama el dom rodrigo, dulce algarvio por antonomasia, pero yo voto también por el pastel de nata y por el merengue relleno. Aunque en la vitrina tienes para escoger entre un gran surtido de los dulces más carismáticos de todo Portugal: queijadas, lesma algarvia, bolo de feijão, queijinhos, tarta algarvia, torta de laranja… Pequeños y dulces pecados del Silves más 'gourmet'.
DATOS DE INTERÉS
-Café DaRosa está ubicado en la Praça do Municipio de Siles. Abre todos los días, salvo los domingos, de 9 a 19.00 horas lunes, martes y viernes y de 9 a 20.00 horas miércoles y jueves y de 9.30 a 20.00 horas los sábados.
-Los precios de los pasteles oscilan entre 1,10 a 2,80 euros y del café entre 0,70 hasta 3 euros para los especiales. Pago en efectivo.
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