Festival del Contrabando


Si hoy el río Guadiana es un paraíso natural donde se impone la calma, en el que sus aguas son testigos de la diversión de navegantes y turistas, hace no muchas décadas atrás en este mismo escenario y durante siglos, hombres y mujeres se jugaban la vida entre sus corrientes, en un pulso continuo con la autoridad. Es su estampa más gris, la historia del contrabando, de la superación y valentía de las gentes de las dos orillas del Guadiana, a las que del 27 al 29 de marzo se les rendirá homenaje en el IV Festival de Contrabando.


Hay dos pueblos en el curso del río Guadiana; entre el Algarve y Andalucía, que siempre han vivido prácticamente de la mano. En la lejanía parece que tan solo los separara un gran salto. Son Alcoutim y Sanlúcar de Guadiana, en permanente contradicción; unidos y separados a la vez por el río, que desde el siglo XIII actúa de frontera entre los dos países ibéricos.


Durante años los habitantes de estas coquetas poblaciones muy similares en su fisonomía, ‘gemelas’ según Saramago, coronadas por un castillo y conformadas por estrechas calles de casas blancas, buganvillas y azulejos han vivido entre una y otra orilla, en un continuo trasiego de una lado a otro, que acabó conformando unos estrechos lazos de vecindad.


Si ahora es fácil cruzar en barcos de un puerto a otro en pocos minutos y por un euro; o incluso hacerlo desde una tirolina transfronteriza, durante años atravesar el río fue un acto heroico. Eran los años del contrabando, la actividad que determinó la supervivencia de las gentes de estas tierras en una época de mucha hambre y de pocas libertades.


A pocos kilómetros de Alcoutim, río abajo, está el Museo del Río en la aldea de Guerreiros do Rio, donde una película y una exposición dan cuenta de todo lo que ha supuesto el contrabando este territorio. Todavía hoy sigue en la memoria de sus habitantes las hazañas valientes o trágicas de hombres y mujeres que arriesgaban su vida por el deseo de una vida mejor.


El Tío Lifonso de la aldea de Balurcos o doña Josefa del pueblo de El Granado son algunos de los nombres propios de contrabandistas que el investigador João Tomás Rodrigues revela en sus estudios del contrabando en el Bajo Guadiana. Hombres y mujeres que por 120 escudos cruzaban la frontera, sorteando la vigilancia y represión de la Guardia Fiscal y los carabineros, cargados de café, almendras, trigo o huevos. El día que una de mis compañeras de literatura portuguesa nos contó que su madre, mujer de un Guardia Civil, les confesó, tras morir su marido y sin saberlo este, que durante años vendió café de contrabando para pagar los estudios de sus hijos, comprendí la dimensión que este tráfico ilícito había tenido en la frontera.


Alcoutim se resiste a olvidar aquella actividad ilícita y perseguida que fue el sustento de su economía durante siglos y donde todos, de alguna o de otra manera, con funciones diferentes y pertenecientes a un bando u a otro, tuvieron algún tipo de vinculación.


Del contrabando ha dejado constancia Alcoutim en sus monumentos, en el Museo del Río y ahora en la celebración del Festival de Contrabando, dentro del programa 365 Algarve. Un evento que tiene como principal reclamo un puente peatonal que, por segunda vez, atravesará el río y unirá sus dos márgenes, cumpliendo así por tres días el viejo sueño de las dos poblaciones.


A lo largo de estos tres días de marzo, se va a vivir una auténtica fiesta transfronteriza que pone su mirada en el pasado, pero también en los retos comunes que unen a Alcoutim y Sanlúcar de Guadiana de cara al futuro. Para ello, se oferta un extenso programa de actividades gastronómicas, desfiles alusivos, teatro de calle, música, artesanía, deportes y mucho más. Una propuesta de diversión y también de recreación del ambiente, los modos de vida y las costumbres de aquellos años del contrabando.


Hace 34 años murió el último contrabandista del Guadiana muy cerca donde hoy se levanta el puente internacional que une ambos países. La última víctima de una actividad que ha marcado la identidad de los dos márgenes del río, que aquí ya son estampas grises del pasado, aunque en otros lugares del mundo sigue habiendo valientes que cruzan las aguas buscando un futuro mejor.


DATOS DE INTERÉS

-La Feria del Contrabando se va a celebrar del 27 al 29 de marzo en las localidades de Alcoutim y Sanlúcar del Guadiana. Se podrá cruzar de una localidad a otra a través de un puente peatonal.

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2 Comentarios

  1. João Tomás Rodrigues28 de marzo de 2017, 12:54

    Felicitaciones al blogger de Al Algarve Conmigo.

    Muchisimas gracias además por las referencias a mi trabajo de investigación. Estuve en Alcoutim en la Jornadas del Contrabando aportando mi granito de arena en cuanto responsable de una de las conferencias para que la memoria del Contrabando pueda ser valorada como importante referente y identidad del patrimonio inmaterial de la actividad que pese a transgresora, nada tuvo de inmoral pues la gente sencilla no más buscaba que los recursos para llenar la tripa y sobre la importancia de la historia común de los pueblos de ambas orillas del Guadiana, que en suma son un mismo solo y que fueron separados con la creacíon artificial de fronteras que la Reconquista Cristiana y fundación y expansión de los reynos ibéricos de Portugal y Castilla (España después), impuso. Que por los siglos sigamos estrechando más y más nuestra esencia identitaria común, por que lo que nos separó ayer, hoy dia nos une de modo decisivo. Un abrazo a los lectores del blog

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    1. Felicidades por su labor de investigación y su trabajo. Su lectura me enseñó mucho de la historia más cercana y también desconocida. Gracias

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