No sé si les pasará a ustedes, pero en nuestro caso la contrariedad es fruto muchas veces de buenos descubrimientos. Y eso ocurre con frecuencia con los restaurantes; no puedes comer en el que quieres y acabas haciéndolo en uno estupendo, desconocido e inesperado. Y así ocurrió en nuestra última visita a Portimão, el hallazgo fue el restaurante Do Cais del Club Naval. La experiencia condensada a modo publicitario en un slogan podría quedar en la frase de "un excelente arroz con impresionantes vistas al Arade".
Después de visita y disfrutar de la Feria del Medronho y de la sierra de Monchique, aquella mañana de sábado decidimos cambiar la comida serrana por la de la costa y probar el nuevo restaurante del Museo de Portimão, Faina, cuyo chef Emídio Freire había debutado en las jornadas artísticas y de alta gastronomía 'Fazer Render o Peixe' de 365 Algarve con unas recetas muy apetecibles.
Pero, nos adelantamos a la fecha, el restaurante, que se presenta con un concepto muy sugerente vinculado a la esencia del propio Museo y, por tanto, a la industria conservera, tiene previsto abrir sus puertas en estos días de abril, así que, el plan acabó fallando. No había más remedio que buscar una alternativa, pero no muy lejos del museo, porque el reloj jugaba en nuestra contra y la degustación del licor de madroño nos había dejando con un hambre atroz.
El plan B los improvisamos rápidamente, a la vuelta misma del museo y a los pies del río Arade, en el Club Naval de Portimão, un moderno edificio con una gran terraza hacía la desembocadura, donde un cartel anunciaba en la puerta el restaurante bar Do Cais.
La verdad es que no dudamos, subimos directamente al restaurante y ya, en las mismas escaleras, nos quedamos prendados de la ubicación y de las vistas de aquel lugar, que parecía suspendido en el cauce mismo del río.
Si te gusta comer en un lugar elegante, pero sin excesos, tranquilo y con una situación especial, apunta este restaurante. Aquí, las grandes cristaleras que sustituyen a las paredes hacen que el río, los barcos y esa luz tan especial del sol algarvio entren hasta el mismo comedor.
Aunque el viento de aquel día nos hizo refugiarnos dentro, la terraza del restaurante parece la cubierta de uno de esos cruceros que entran a Portimão, con una gran vela a modo de toldo, y unas maravillosas vistas hacia Ferragudo, al ruinoso convento de San Francisco, y a la desembocadura del Arade al fondo.
El sitio era sin duda privilegiado, muy parecido al restaurante de la Asociación Naval de Vila Real de Santo António en el otro gran río del Algarve, el Guadiana; dos comedores rodeados de barcos.
Por fuera habíamos acertado, ahora nos quedaba comprobar si la cocina estaba a la altura de las apariencias, así que empezamos a examinar una extensa carta, que comenzaba por tapas, continuaba por marisco, incluía un extenso apartado de carnes y en las que no podía faltar el pescado del día y los platos más emblemáticos de la cocina algarvia, como la cataplana, el bacalao, el atún y los arroces. A la carta se sumaba, para hacer más difícil la elección, los platos del día, sugerencias que no faltan nunca y que son las opción siempre más económica.
Mientras picoteabamos las típicas entradas algarvias con el vino de la casa, rico y barato, consensuamos un menú para cuatro, donde, por supuesto, había que empezar por unas sopas de pescado, tan típicas por aquí, que estaban deliciosas.
Continuamos con un plato del día, un pescado frito con un arroz jugoso de calabacín y ensalada.
Y terminamos con un arroz de almejas para dos, una gran olla, en el que los cuatro repetimos en sucesivas ocasiones.
Venir al Algarve y no probar el arroz, de marisco, de navajas, de almejas, de pulpo...sería un pecado. El arroz es uno de los emblemas de la cocina del sur de Portugal, un plato que hay que probar y del que siempre te sorprenderá la cantidad; ollas que parecen no tener fondo.
Nos encontramos con un bonito y buen restaurante para volver. Para regresar y disfrutar contemplando la serenidad del río desde, quizá, el mejor palco de Portimão.
DATOS DE INTERÉS
-El restaurante Do Cais está ubicado en el Clube Naval de Portimão, en la zona riberinha, junto al Museo de Portimão y el puerto deportivo. Tiene un bar con tapas en la parte baja. Cierra lunes. Sirve almuerzos y cenas de martes a domingo. Abre de 12.00 a 15.00 de lunes a viernes; y de 19.00 a 23.00 horas. El precio medio del restaurante es de 20-25 euros, dependiendo del vino. Tiene platos del día con precios económicos. Acepta pago en tarjetas.
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