Uno de los atractivos que sigue manteniendo el Algarve es la existencia de
asadores de pescado recién capturados, lugares modestos y escondidos en sus
diferentes pueblos costeros, donde el lujo lo pone el plato que te sirven en la
mesa. Uno de esos restaurantes es Tasquina da Muralha, literalmente a la
orilla del río en Vila Real de Santo António.
Si hay algo que despierta el hambre es una buena caminata en una mañana
soleada. Un paseo, por ejemplo, por el sendero ‘Uma Janela para o Guadiana’, uno
de nuestros favoritos, que parte de la aldea de Azinhal y durante 8 kilómetros te
permite disfrutar de preciosos paisajes junto al puente fronterizo desde diferentes
ángulos.
Después de algo más de dos horas de esta bonita caminata matinal, uno
se come cualquier cosa, pero mejor si lo que te ponen por delante es algo tan
rico como un pescado fresco , con sus patatitas y una copa de vino.
Aquella mañana de domingo teníamos además ganas de investigar, de probar lugares nuevos, y dentro de los retos gastronómicos pendientes estaba la tasca más cercana al río Guadiana, en la que sentada en su terraza casi te puedes mojar los pies en el río.
Si no has oído hablar del lugar, que sin embargo es famoso entre los habitantes de la ‘raya’ fronteriza desde
hace muchos años, es difícil que acabes en esta caseta de chapa, escondida en
el parque de estacionamiento de caravanas que hay en la salida de Vila Real de
Santo António.
Tasquinha da Muralha es un restaurante sin carta, sin menú, en el que sólo
se ofertan pescados frescos del día asados en una gran barbacoa en la parte
trasera. Solo tienes que asomarte al entrar en su vitrina, sobre la que se
exponen los precios en una pizarra, y escoger tu pieza. De todas maneras, según un confidente, la Tasquinha guarda algún que otro
privilegio para sus clientes más fieles, a los que ofrece el guiso del día que
se prepara en la casa para los empleados.
La materia prima es realmente espectacular y el punto de cocción excelente para
disfrutar del pescado. Unas piezas que te sirven en grandes bandejas de barro,
regado con aceite de oliva y perejil, porque el culantro, por respeto al gusto de
los vecinos de la otra orilla, sólo se sirve bajo petición.
Está todo tan rico que en verano dicen que es difícil encontrar asiento en
su terraza de bancadas con manteles de cuadro mirando al río, o, en invierno, dentro de su pequeño,
pero agradable comedor de cristaleras que calienta el sol al entrar por ellas.
En Tasquinha da Muralha la comida se resume a las típicas entradas de
mantequilla, patés y aceitunas, ensalada, patatas asadas y pescado, el que haya disponible ese día.
Y para rematar faena, tienes un apetecible surtido de tartas y postres caseros, como ese delicioso pudin o la rica tarta de almendras.
Si quieres darte un banquete de pescado ‘de categoría’ sin que tirite mucho el
bolsillo, este es un buen lugar al otro lado de la frontera. Después de salir
de aquí, quién puede dudar qué este país es el que mejor asa el pescado en el mundo.
DATOS DE INTERÉS:
-Está
ubicado en el parque de caravanas de Vila Real de Santo António, junto al río Guadiana, en la salida de la ciudad.
-Cierra lunes y abre el resto de días para almuerzos y cenas.
-Cierra lunes y abre el resto de días para almuerzos y cenas.
-El precio depende de la elección del pescado, la media está entre 15 a 20 euros por persona. No admite tarjeta de crédito.
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