Ideal y la mejor sopa do mar





Nadie que se aplique el término tan en boga de ‘foodies’ o ‘comidista’ puede pasar por alto en su viaje al Algarve una visita a uno de sus templos gastronómicos, humilde y sencillo por fuera, pero sublime en su cocina. Se trata del restaurante Ideal de Cabanas, un establecimiento con solera por el Sotavento, reconocido en todo el país por su Sopa do Mar, pero en el que hay más, mucho más, para otorgarle la categoría de santuario gourmet.

Después de algunos años sin ir, y con nuestras dudas durante un tiempo sobre si el restaurante Ideal reabriría o no sus puertas tras la jubilación de sus dueños, hemos vuelto, tras su reapertura a cargo de la familia. Una visita con amigos que nos ha permitido comprobar con satisfacción que por aquí las cosas no han cambiado.



Ya no está ese viejo recorte de periódico en blanco y negro en la puerta del restaurante en el que se exaltaba la rica sopa de mar que aquí se sirve. Ni tampoco está al frente del restaurante la pareja que lo fundó, ya en edad de descansar, que no sólo ha delegado el negocio, sino también la buena mano para conseguir que esos platos sepan igual que siempre y se presenten en la mesa tal y como lo recordábamos. 


Esteban había reservado mesa con mucha antelación, porque desde que le hablamos de la sopa do mar (9 euros) de este establecimiento, tenía una enorme curiosidad por probarla y aquel día no quería volver de Cabanas sin cumplir ese reto. Y, la probó, y disfrutó de aquel caldo sabroso con una base de tomate casero con tropezones de almejas, pescado y langostinos, servido dentro de un pan casero, de esos típicos del Alentejo, y, como siempre, acompañada de una buena rama de hierbabuena.






Pero, no quedó ahí la cosa, como hacía frío y había tantas ganas de sopa, mi amigo también quiso probar la sopa de peixe (4 euros), esta ya fuera del pan, pero tan rica como la anterior.


Aunque su famosa sopa sea un espectáculo, la carta de ideal es un fabuloso recopilatorio de lo mejor de la cocina algarvia por esta parte de la costa. Así que insistí para que probaran algunos de los platos que para mi alcanzan el mismo nivel de perfección que el caldo, como su pulpo ‘entomatado’ rodeado de un rico puré de patata (13,5 euros).



Un aplauso generalizado obtuvo, como me temía, los pasteles pulpo con ese arroz casero de tomate, que tan buena armonía hace con esas ‘pataniscas’ (13 euros).



Y, por sugerencia de nuestra amable maître que calculaba nuestro apetito mientras tomaba nota, probamos su barriga de atún asada (13 euros) con una estupendas patatitas asadas.







Todo acompañado de un vino blanco del Douro, que eligió Eloisa de una amplia y equilibrada carta de vinos nacionales con representación de todas sus regiones y castas más significativas.



Yo insistía durante toda la comida en que no podía haber excusas para probar los postres, no sólo porque estén muy ricos, sino porque además hay dos especialmente originales y diferentes a los de por aquí: las farofias (3 euros) y el doce de vinagre (3 euros).



Las primeras unas ‘islas’ de merengue flotando en un mar de ricas natillas de canela, y el segundo una crema de yemas con anís cortada con una cucharada de vinagre.


No se crean que fue suficiente, apuramos el café con una maravillosa tarta mista (3,40 euros) de algarroba, almendra e higo.


Ideal, escondido en esas callejuelas de Cabanas, que recuerdan la esencia marinera de este lugar, mantiene la excelencia de ese restaurante que fue y que es.

DATOS DE INTERÉS

-El restaurante está ubicado en la Rua Infante Dom Henrique, 15, en una de las callejuelas traseras al paseo de Cabanas. Abre de lunes a domingo de 12.00 a 15.00 horas y de 18.45 a 22.00 horas. Cierra los miércoles. Acepta reservas.

-Pago medio 20 euros. Acepta tarjetas y metálico.

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