¿Quién no ha ido al Algarve buscando un buen arroz de marisco? Cruzar la frontera para comer un rico arroz es una clásica costumbre del fin de semana para los españoles; ¡nos encanta ese plato, santo y seña de la gastronomía lusa! Uno de nuestros retos este año en tierras algarvias consiste precisamente en encontrar el mejor arroz de marisco, un desafío que hemos comenzado en la ciudad de Tavira, en uno de sus locales más veteranos, el Restaurante Avenida. Primera y grata parada para elaborar nuestro ranking personal.
El pasado mes de mayo unos 2.000 restaurantes de todo Portugal se presentaron a la tercera edición del concurso nacional ‘Melhor Arroz’ con diferentes recetas saldadas y dulces. Curiosamente los dos primeros premios no fueron fieles a la tradición gastronómica del país; el público se acabó decantando por dos recetas de risotto de restaurantes del norte del país. En el caso del Algarve, al certamen concurrieron, nada más y nada menos, que 200 restaurantes y el más votado fue el arroz de pato del restaurante O Infante en Castro Marim. Sin embargo, en el séptimo y octavo puesto aparecían dos recetas de arroz con marisco del restaurante O Filhao y Avenida, ambos en el municipio de Tavira.
Aprovechando la celebración de la Semana da Cavala matamos dos pájaros de un tiro, como se dice por aquí, y elegimos el restaurante Avenida, en pleno centro de la ciudad, para probar su afamado arroz y también las dos sugerencias que presentaba con caballas: ‘Cavala con pau de oregãos’ y ‘Cavala frita con arroz de tomate e camarões’.
La verdad es que el restaurante, ubicado en el bajo comercial ‘Gilão’, muy próximo a la iglesia de São Francisco y a un paso da Rua Liberdade, es un local modesto, quizá nada sugerente desde fuera, pero que, sin embargo, este año se ha hecho con el certificado de excelencia de Tripadvisor.
Un lugar pequeño con la veteranía de más de 20 años sirviendo comida en un salón, donde la decoración ha permanecido intacta y desde el que se divisa el trabajo diligente de las cocineras. Aquí, João Pereira, su dueño, atiende uno a uno a sus comensales con suma cortesía y precisa información de sus platos.
Después de unas ricas aceitunas, fuerte como nos gustan, y acompañadas de un vino alentejano de la casa (8,5 euros), llegaron los dos platos de caballa.
Las primeras, nos encantaron, fritas como si estuvieran en tempuras con un delicioso arroz de marisco y tomate. Las segunda, cocidas en un ramo de oréganos, de esos que nos llevamos siempre del Mercado de Tavira y acompañados con varias verduras al vapor.
Un rico entretenimiento mientras llegaba el arroz de marisco, que, pedimos para dos personas (30 euros), aunque aquel día éramos cuatro comensales en la mesa. Durante años existió un tipo de regla implícita en el Algarve de servir en un arroz para dos, cantidad para comer hasta seis, una pauta que algunos restaurantes siguen aplicando. En Avenida la cantidad está bien dimensionada si sólo vas a comer arroz, sin pedir ningún plato más de una carta en la que nos quedamos con las ganas de probar sus otros dos platos más populares: el Bifé de atum com medronhos (12.5 euros) y el bacalhau à bráz (9 euros)
Nada más verlo, la impresión es que aquel arroz nos iba a gustar. En una cazuela de barro se cocían todavía langostinos, cigalas, almejas y buey de mar con un rico caldo de tomate, en el que sobresalía un toque de picante y un ligero aroma a culantro fresco. Todavía sigo sin entender que no se llegue a apreciar el sabor genuino de esta planta aromática en la cocina algarvia, para mi sin culantro no hay Algarve.
El arroz estaba en su punto, realmente sabroso con aquel caldo para el que, por primera vez, nos sirvieron una cuchara para comerlo sin tener que pedirla. De marisco había la cantidad y variedad precisa, sin un exceso que te lleve a aburrirte pelando y, al final, no te deje saborear el arroz.
El punto y final del almuerzo tampoco estuvo mal con dos tartas caseras recomendadas por el gentil camarero que estaban fuera de la carta: chocolate con cerezas y una sorprendente tarta de piña, una especie de ‘trampantojo’, ya que la presencia de la piña estaba sólo en el sabor, las rodajas de la fruta de la decoración eran un curioso engaño de la repostera.
Nuestra impresión fue, que después de muchos años visitando los restaurantes algarvios, aquel arroz, en el que los langostinos buceaban como bromeaba el camarero bajo el caldo, bien podía estar entre los mejores de marisco de la región. Pero, habrá que seguir probando.
RESTAURANTE AVENIDA
Abierto de lunes a domingo almuerzos y cena
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