Olhão tiene una identidad tan especial que nunca deja de sorprenderte. La trama urbana del corazón de la ciudad, frente a la ría y el Mercado, son un laberinto de pequeñas callejuelas salpicadas de antiguas casas, algunas abandonadas, otras habitadas y llenas de misterio, que se extienden desde el barrio de Levante al de Barreta. A lo largo de estas calles discurre una de las rutas turísticas más particulares y sorprendentes del Algarve, la Rota das Lendas.
Nos encanta ir a Olhão los sábados por la mañana
temprano para hacer la compra de la semana en su mercado local y en el de
productores, pero también nos gusta jugar a perdernos por ese entramado de
pequeñas y animadas calles que conforman el centro de la ciudad.
El aspecto físico de Olhão es para mí tremendamente
seductor. Pocas ciudades tienen una identidad urbana tan carismática como esta,
en la que sobresalen sus casas de pescadores en forma de cubo, coronadas en
lugar de tejados por azoteas que miran hacia la ría.
Hay tramos urbanos de esta ciudad muy parecidos a
Tánger o prácticamente idénticos a Sidi Bou Said en Túnez. Y, a lo lejos y de
una forma distorsionada, Olhão guarda un asombroso parecido con los cuadros de
Horta de Ebro de Picasso, el padre del cubismo. Fue por eso que a principios
del siglo XX fue bautizada por el periodista algarvio Roberto Nobre como ‘Vila
Cubista’.
En frente del Mercado de Olhão, justo en medio de los
dos edificios rojizos que lo conforman, un gran cartel anuncia el Camino de las
Leyendas, un itinerario por la zona histórica de la ciudad, que propone una
parada en cinco grandes calles o avenidas muy significativas y asociadas a
diferentes mitos y fábulas. El Algarve acumula muchas historias de este tipo,
la mayoría de ellas relacionadas con la presencia musulmana en estas tierras del
sur y de la que deriva su nombre: 'Al Gharb’, pero es en esta ciudad donde las
fábulas y las historias adquieren un mayor protagonismo.
Sin dudan
alguna, la gran protagonista de esta ruta es la famosa 'Floripes' en la
plaza Patrão Joaquim Lopes, esa estatua seductora que a día de hoy identifica a
la ciudad. La estatua, quizá uno de los elementos más fotografiados de la
ciudad, marca el límite entre los dos barrios del centro: a su derecha se sitúa
el barrio de Levante, más cercano al puerto (T) de Olhão y, a su izquierda, el
barrio de Barreta.
Hay muchas
maneras de recorrer el Caminho das Lendas, pero te recomiendo empezar en el Largo
João da Carma, una plaza escondida tras las espalda de los cocederos de
mariscos que dan a la Avenida 5 de Outubro. Te va a sorprender la estatua
gigante de Arraúl, que tiene mucho que ver con el origen de Olhão.
¿Quien era Arraúl? El hijo de uno de los guardianes de
las columnas de Hércules, sobreviviente a la desaparición de la Atlántida,
gracias a una ballena que se lo tragó, pero que acabó devolviéndolo vivo en el
lugar donde comenzó a formarse Olhão.
El joven se enamora de este lugar y decide protegerlo
de las tempestades a través de una enorme barrera de arena que va transportando
de los cerros cercanos de São Miguel y de la Cabeza, muy cerca de donde hoy
está la localidad de Moncarapacho. La rumorología popular dice que las galerías
que tiene este último cerro fueron producidas por Arraúl. Esta barrera es la
que dio lugar a uno de los lugares más bellos de todo Portugal: la Ría Formosa
y sus islas desde Cacela Velha hasta Faro.
Al final de esta plaza, toma la siguiente calle a la derecha
hacia el Largo do Carolas, dejando al izquierda la Travessa dos Abraços, esa calle
tan estrecha de Olhão donde dos personas sólo podían pasar si lo hacían
abrazado.
Girando un poco más adelante entras en una pequeña
plazoleta y te tropiezas con una pequeña escultura metalizada, la de un niño
con unos enormes ojos situada en el Largo do Carolas, siente aquí la leyenda
del ‘Menino de Olhos Grandes’
En la época del contrabando en Olhão se hizo célebre
la leyenda de la aparición en la zona del Largo do Carolas de un niño encantado
bajito de ojos grandes con una camisa, que no paraba de llorar en la noche. La
mayoría de las personas no salían por miedo al encanto, ya que algunos
aseguraban que el llanto del niño podía hasta matar a una persona. La aparición
comenzó a extenderse también al barrio de Levante. Los marineros que juraban haberlo visto, lo cogían en brazos
para consolarlos, pero el llanto y su peso aumentaban y cuando lo soltaban en
el suelo el niño desaparecía. Olhão lo recuerda ahora con esta particular
escultura propia del cine de ficción, que llama extraordinariamente la
atención al visitante.
Continuamos nuestro camino por Barreta, por las ruas do
Carolas y Pinheiro, donde una línea negra en el coqueto empedrado marca el
límite de la ciudad en tiempos pasados.
Unos pasos más adelante, a la derecha, se amplía la calle en el Largo do Gaibéu, donde unas pequeñas esculturas de acero simulan a niños jugando en la calle. Toca ahora una parada para conocer la leyenda del Moro Encantado.
Un panel relata otra de las célebres historias de
Olhão, un joven pescador, Manuel que jugaba en la calle a la pelota con sus
amigos cuando un extraño joven se quiso unir a ellos. El extraño, que no tenía
habilidad para el juego, le pidió a Manuel jugar en otro lugar, en el que
levantó una trampilla y lo llevó a un palacio repleto de riquezas. Manuel quiso
volver con su familia, pero el joven, de manera invisible, siempre le
acompañaba, no dejándolo vivir. El encanto, del que según la tradición provenía
de un moro encantado, desapareció cuando el joven fue a misa y comulgó. Se fue
el encanto y el moro de su lado.
Continúa la rua de Gaibéu, pasando por alguno de los
rincones más encantadores de la ciudad, hasta la Praça Patrão Joaquim Lopes,
donde te espera Floripes.
Lenda de Floripes
Floripes es uno de los mitos más sugerentes de todo el Algarve. Una historia
que parte de las apariciones nocturnas de una atractiva mujer vestida de blanco
en una casa del Molino Mareal del Sobrado. Un joven de la localidad, Julião,
fue testigo una noche de la presencia del fantasma. La mujer, con los pies
descalzos y una flor en sus cabellos, le confesó ser una mora encantada, de
nombre Floripes, que esperaba el regreso de su padre huido a su país tras la
llegada de los cristianos. La dama contaba que el padre tuvo que salir ante la
persecución cristiana sin poder avisarla y su amado volvió a buscarla, pero su
barco fue a la deriva y acabó ahogándose.
Entonces, el padre, ante la imposibilidad de que su hija regresara, la dejó aquí encantada. La tradición popular asegura que la joven se aparece por las noches a los hombres, desafiándolos a cruzar la ría con una vela encendida a cambio de su amor, su matrimonio y su reino. Y los que lo intentan acaban debajo de las aguas. Floripes es una de las señas de la identidad de Olhão y la estatua que la representa se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados de la ciudad.
Nos despedimos de Floripes y nos adentramos en el otro
barrio de la ciudad, el de Levante, el de los industriales, donde cambia la
arquitectura urbana demostrando la prosperidad de este sector frente a la de
los pescadores con casas más grandes y engalanadas con coquetos frisos.
Por la rua Major Caldas, Sete Cotovelos y António Lopes llegamos a la zona de las antiguas fábricas conserveras, adornadas hoy con espectaculares grafitis que recuerdan las labores de estas naves. Este ha sido el lugar elegido para representar la Lenda do Marim.
Lenda do MarimPor la rua Major Caldas, Sete Cotovelos y António Lopes llegamos a la zona de las antiguas fábricas conserveras, adornadas hoy con espectaculares grafitis que recuerdan las labores de estas naves. Este ha sido el lugar elegido para representar la Lenda do Marim.
En la zona que hoy alberga el Centro de Interpretación de la Ría Formosa, Quinta do Marim, dice la leyenda que en
su día se asentó un rico señor árabe que construyó aquí su castillo. Tenía una
hija bellísima pretendida por muchos, pero nunca concedía su mano a los
numerosos pretendientes. Uno de ellos, un joven rico y con grandes cualidades
poéticas y musicales, acudía todas las noches debajo de la ventana de tan bella
dama, a la que enamoró con sus canciones y versos.
El padre no veía con buenos ojos aquella situación y
llamó mandar al pretendiente, al que le propuso, a cambio de la mano de su
hija, que trajese a sus campos, faltos de agua, la Fuente del Canal, creyendo
que se libraría de él. Sin embargo, la siguiente noche lo volvió oir cantar
bajo la ventana de su hija y, al asomarse, vio un gran abismo de agua bajo su
castillo para regar toda la propiedad. Al darse cuenta que tenía que cumplir su
promesa y otorgar la mano de su hija, se dirigió al dormitorio de ésta y, en un
ataque de ira, la arrojó por la ventana. El joven perdió el equilibrio y cayó
con ella, pero no se ahogaron, cuenta la leyenda que siguen saliendo muchas
noches del agua y se dan la mano para pasear por esta preciosa propiedad, frente a la isla de Armona.
1 Comentarios
Muy interesante. En un par de semanas pasaré por Olhao. Me viene bien esta información. Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias por tu comentario! Obrigado!