La Gran Ruta del Guadiana



Visit Algarve celebró sus 45 años de trabajo en la promoción de esta región con la imagen de una mujer sonriente columpiándose sobre el Río Guadiana, el ‘río de los patos’; esa franja de agua navegable, frontera y enlace a la vez durante siglos de Portugal y España por el oeste. La fotografía es maravillosa y, créanme, que el paisaje es tan mágico y especial como se recoge en la imagen. Un paisaje del que puedes disfrutar con una de las más bellas e interesantes rutas de senderismo y ciclismo: la Gran Ruta del Guadiana.


Para mí la franja fronteriza del Guadiana, desde Mértola hasta Vila Real de Santo António, es un gran paraíso desconocido, uno de esos secretos del sur donde prevalece la hermosura de la naturaleza, los oficios artesanales, la cocina a fuego lento, la autenticidad de sus gentes, fieles a sus costumbres y artes, y la luz, una luz única, esa que, como dice el posters de Visit Algarve, ‘basta para ser feliz’.


Para conocer este territorio, para saborearlo, para exprimir todos sus atractivos, la institución Odiana diseñó una ruta de senderismo: a GRANDE ROTA DO GUADIANA (GR 15), de algo más de 78 kilómetros de extensión.


Un largo sendero señalizado por sus pueblos y por sus campos que comienza muy cerca de la desembocadura del río en Vila Real de Santo António y llega hasta Alcoutim. El camino enlaza una red de senderos más cortos que ya existían, convirtiendo este territorio en uno de los más atractivos para las caminatas.


La verdad es que al completo, desde el principio hasta el final, no hemos llegado a hacer la Gran Ruta del Guadiana, pero si hemos recorrido muchos de los senderos desde la desembocadura del Guadiana hasta la sierra algarvía, pasando por ese tramo intermedio y hermoso de su geografía que ellos llaman el barrocal.


Al principio la ruta conecta con otro de esos itinerarios indispensable para los amantes de los senderos y las bicicletas: la Ecovia del Algarve, un corredor de este a oeste con una extensión de 214 kilómetros, que empieza en el Guadiana y termina ‘al final del mundo’, en Sagres.


Durante el camino vas atravesando ambientes muy diferentes, descubriendo en cada paso la historia del territorio, topándote con algunos de los emblemas de su patrimonio, como los castillos o las torres vigías del río, tropezándote con viejos molinos de viento o con ruinas romanas.


Durante el trayecto encuentras e los pastores llevando a comer a sus cabras, a los salineros extrayendo la flor de sal, a las mujeres amasando el pan o el cuajo del queso, a los pescadores con cubos cargados de lamprea o anguilas, a los artesanos tejiendo con cañas los cestos o a los abuelos descansando al sol con curiosas historias del contrabando.


Durante el sendero disfrutas del descanso reparador de la caminata con un vino o cerveza en los embarcaderos junto al río.


En fin, que la senda merece la pena sin ninguna duda; es uno de esos itinerarios que penetra en el Algarve más auténtico, repleto de imágenes rurales y naturales exultantes y difíciles ya de encontrar.


La Gran Ruta del Guadiana atraviesa los municipios de Vila Real de Santo António, paradigma del iluminismo portugués; Castro Marim, antigua villa medieval, y Alcoutim enclave defensivo y señorial. Sin perder de vista el Guadiana, el itinerario transcurre por 16 aldeas y pueblos, con las estampas más típicas que puedas encontrar en el sur de Portugal.


La ruta empieza en el edificio de la antigua aduana de Vila Real de Santo António, desde aquí, abandonando la ciudad junto a la estación de ferrocarril te topas con el monumento a Santo António y te adentras en la Reserva Natural de Sapal destino a la villa medieval de Castro Marim.


Antes de entrar en la villa, puedes disfrutar del trabajo de las salinas, de las que se extrae el producto por excelencia de la tierra, la flor de sal, en las que incluso hay un spa natural desde el pasado verano, Água-mãe. La sal es el santo y seña de la localidad.


Entrando en Castro Marim divisas al frente el mirador más espectacular de la frontera, la Colina de Revelim con la ermita de Santo António, donde se celebra a principios del verano la Feria del Caracol.


La estampa más bonita de la localidad es la de su iglesia con el castillo del siglo XIII al fondo, sede de la Orden de Cristo y donde se concentran a finales de agosto los Días Medievales, uno de los grandes eventos del verano algarvio.


De Castro Marim vas hacia Monte Francisco, la patria chica de la madre de Paco de Lucia y te diriges, bordeando uno de los nuevos campos de golf, hacia Junqueira, una pequeña aldea que acoge el alojamiento rural Casa do Lavrador.


Desde aquí llegas a Azinhal, el pueblo que huele a dulces, los más ricos de todo el Algarve en A Prova.


Aunque tampoco debes dejar de visitar su quesería artesanal y mucho menos quedarte sin probar sus quesos.


Abandonamos esta pintoresca localidad acercándonos de nuevo hacia el río, dirección hacia Almada de Ouro y Alcaria, en el que una parada para comer en Casa Alberto es una acertada idea, aunque en estos campos siempre hay una excelente mesa.


Desde allí, atravesamos los huertos y campos de naranjos para entrar en Odeleite, una pequeña aldea llena de secretos y sorpresas y quizá con la mayor y más interesante oferta gastronómica de toda la zona. Para los españoles su nombre es sinónimo de comer bien, mucho y a muy buen precio.


Volvemos la mirada hacia el río y nos acercamos a Foz de Odeleite, con parada obligatoria para comprar un rico queso en la Quesería de J. Ribeiro; las aldeas de Corte das Donas y Álamo; y Guerreiros do Río con su museo y su animado embarcadero.


Con el Guadiana a un lado y un paisaje espectacular a otro caminamos hacia el encantador pueblo de Laranjeiras, un enclave único en todos los sentidos.


Pocos kilómetros después el sendero nos depara una sorpresa histórica: las ruinas romanas de Laranjeira, que dan cuenta de la antigüedad de la presencia del hombre en estas tierras. Tras atravesar Marmeleiro llegamos al final de nuestra ruta en Alcoutim.


Alcoutim es un pequeño pueblo blanco, bañado por el río Guadiana, a un salto de Sanlúcar de Guadiana, que te ofrece experiencias únicas: una bonita playa fluvial, castillo, ruinas romanas, viejos molinos, oficios artesanos, preciosos senderos, paseos en barco y rica gastronomía.


La Gran Ruta del Guadiana se ha ampliado con un nuevo tramo, el sector 5, que une Alcoutim con la frontera del Algarve con el Alentejo. Un precioso paseo de algo más de 11 kilómetros que finaliza en la unión del río Vascão con el Guadiana.


Si buscas un camino hacia los orígenes, hacia el encuentro con la naturaleza, hacia la esencia y la autenticidad, ese camino es en el Algarve: la Gran Ruta del Guadiana

DATOS DE INTERÉS

-Para acceder al folleto de Odiana con todos los itinerarios de los 5 sectores de la ruta y la información turística y de interés de la misma, pincha aquí.
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