La
Región de Turismo del Algarve y la Cámara Municipal de Castro Marim lanzaron el
reto a los periodistas y blogueros de abandonar por un día sus despachos ‘sin
sal ninguna’ y sumarse a una excursión para redescubrir los secretos de un
municipio ‘con salero’, no sólo por su encanto, sino porque aquí la extracción
artesanal de la sal marca la vida y conforma la gran riqueza y el emblema de
esta ciudad en el mundo.
A
lo largo de toda una jornada, y con la vicepresidenta de la Cámara, Filomena
Sintra, como excelente lazarillo del recorrido, buceamos en la historia de la
anciana Baesuris, sentimos en sus calles y con sus gentes su presente, e
imaginamos el futuro de una tierra que une lo mejor del mar y del campo con un
escrupuloso respecto a sus raíces, a sus tradiciones y a su paraje natural.
El
Algarve no podía comenzar en mejor lugar. Y si quieres comprobarlo por ti
mismo, ejerce de detective y consigue con nuestras 10 pistas descubrir lo que puede ofrecerte Castro Marim.
1.-El mercado local. Qué visitar, esa es la gran pregunta que nos hacemos
cuando llegamos a un lugar desconocido. En el caso de Castro Marim, tu visita debe comenzar en el antiguo Mercado
en la calle S. Sebastião (abierto todos los días de 9 a 13 horas y de 15
a 17 horas en invierno y hasta 18 horas en verano) y hoy reconvertido en Mercado Local, donde se vende la artesanía local y los
productos autóctonos con exhibiciones de artes ya olvidadas para muchos. En
esta tierra cada día se ponen más en valor los oficios artesanales que siguen
vigente en sus aldeas y que quedan patentes en los numerosos mercadillos,
ferias y fiestas.
Aquel
día, conocimos a Albina, una señora de la aldea de Junqueiras, que teje cestos
y alfombras preciosas desde hace 30 años, y a Liliana, una joven empresaria que
junto con su madre, hacen artículos maravillosos con un telar y enseñan a
tricotar a través de su empresa Tecelã.
Te
aseguro que del Mercado no vas a ser capaz de salir sin comprar algo bonito o
rico que te acerque al alma de esta tierra.
2.-Paseo
a pie por Castro Marim. Con tu mapa y toda la información turística a
cuesta, emprende ahora un paseo por la localidad de Castro Marim, enfilando la calle
S. Sebastião hasta el Largo 1º de Maio. Párate en el corazón del pueblo para
admirar las fachadas blancas adornadas con artísticos frisos y coquetas chimeneas.
Sube
hacia la iglesia para contemplar desde su puerta el fuerte de San Sebastián,
levantado en la Guerra de la Restauración con España y del que puedes concertar
una visita en la Oficina de Turismo. Y no abandones el lugar sin conocer la
Iglesia Matriz de Nossa Senhora dos Mártires.
Prepárate
ahora para un viaje en el tiempo, sube por una senda junto a la iglesia a su
castillo del s. XIII, situado entre murallas macizas, y dentro de este recinto
descubre los restos de otro más antiguo, el Castillo Viejo, de construcción
musulmana. Aquí nació Castro Marim, controlando el Guadiana, y aquí se fundó la Orden de Cristo. El
castillo se puede visitar todos los días de 9 a 17 horas de octubre a marzo y
de 9 a 19 horas de abril a septiembre (Entrada gratuita).
Finaliza la visita a la localidad alcanzando el mejor mirador del río Guadiana, la colina de Revelim, lo que en el siglo XVI fue otro fuerte defensivo construido para la Guerra de la Restauración. Estás en la mejor terraza hacia las salinas y la desembocadura del río con Ayamonte al frente. Un monte que entre olorosos jardines mantiene el viejo molino de viento, la capilla de Santo Antonio y el Centro de Interpretación del Territorio, en el que comenzó nuestra visita de aquel día con la proyección de una película sobre una maqueta en tres dimensiones del consejo (El centro está abierto de octubre a marzo de 9 a 19 horas, y de abril a septiembre de 10.00 a 12.30 horas y de 16.30 a 18.00 horas).
La
colina de Revelim cuenta con un auditorio al aire libre y es, junto con la Casa
do Sal, situada al lado de los aparcamientos del Estadio, el centro de los
eventos culturales de la ciudad. La Casa do Sal alberga la Oficina de Turismo y está abierta todos los días de 10 a 13.00 horas y de 14 a 18.00 horas.
3.-La
mejor sal del mundo. Desde el cielo que parece tocarse en la colina bajamos
hasta el suelo de Castro Marim; descendemos para conocer ese laberinto de
canales y pequeñas piscinas en las que crece la flor de sal desde hace 2.000
años, tiñendo de blanco en los meses de calor la Reserva Natural del
Sapal.
La
sal es la esencia de Castro Marim y contemplar las labores de recogida
artesanales de este diamante gastronómico es un espectáculo que no debes
perderte. El sol,
omnipresente aquí, hace que el agua se evapore y la sal aparezca en la
superficie como un manto de nata que se recoge con sumo cuidado, gracias a un
instrumento especial que evita tocar la superficie para que el producto sea
puro.
Son
pequeños cristales de gran calidad que, gracias a la pasión de productores como
Jorge Raiado de Salmarim, se han convertido en un aderezo indispensable de la
alta cocina. Los saleros de Castro Marim están en las despensas de los mejores
chefs.
Pero,
hay más, una de estas salinas, la de Barquinha, se ha reconvertido hace dos
años en el spa salino Água Mãe, donde puedes relajarte, flotando, como si
estuvieras bañándote en el Mar Muerto, o regenerar tu piel con una mascarilla
de arcilla ¿Te apuntas?
4.-La
reserva natural del SAPAL. Quienes valoren los destinos por sus tesoros
naturales, que apunte el de Castro Marim. Uno de sus secretos todavía
desconocidos para muchos es el SAPAL, una reserva natural que comparte con Vila
Real de Santo António, parte de ella ocupada por las salinas, y que alberga 153
especies de ave.
El
estuario del Guadiana fue la primera zona portuguesa en declararse reserva
natural y cuenta con un centro de interpretación y dos senderos para conocer su
flora y fauna. La empresa nautiparque.com ofrece paseos en kayaks por el
los canales de este paraje.
5.-La
esencia de las aldeas. Las mejores esencias se guardan en frascos
pequeños, la de Castro Marim, también, en sus diminutas aldeas como Azinhal,
Odeleite o Monte Francisco. Aquí, en este entorno rural entre el río, pantanos,
riachuelos y parajes protegidos, el concepto de saudade alcanza su pleno
significado.
Dirígete
por la carretera de Mértola-Beja hasta Odeleite, una pequeña población sobre un
pantano con forma de dragón azul, el símbolo de la buena suerte para los
chinos. Visita la Casa de Odeleite (abierta todos los días de 9 a 13 horas y de
14 a 17 horas) y, si es primer domingo de mes, tendrás la suerte de vivir el
ambiente del Mercadinho na aldeia, de hacer pan en su hornos de leña o de apuntarte
a un sendero guiado por sus campos.
Acércate
después hacía Foz de Odeleite, frente al Guadiana, para conocer como se hace el
queso en la Quesería Artesanal de J.Ribeiro, y si ya hay hambre, date un festín
en el restaurante Arcos do Guadiana o en la Casa de Pastos Alberto’s, en
Alcarias, junto al parque de caravanas, donde los guisos caseros reviven el
ánimo a cualquiera.
Uno
de los placeres de Odeleite es su gastronomía. Quizá aún no lo sepas, pero la
sopa de fideos a mano de Casa Merca tiene el premio de una de la mejores del
país y en restaurantes, como O Camponés, degustar guisos de lamprea o anguilas,
recetas que sólo se conservan por aquí.
Nuestra excursión aquel día nos hizo probar la comida del restaurante Bela Vista, en la misma carretera sobre el pantano, corroborando la afirmación de mi amigo Esteban de que ‘aquí se come de muerte’, con dos guisos memorables, una açorda y un borrego.
De
Odeleite vuelve hacia Castro Marin con una parada obligatoria en la aldea de
Azinhal, a la que tienes que volver los últimos domingos de mes para comprar
productos locales en su mercado o conocer sus campos con un paseo guiado.
Pero
Azinhal tienes además otras gratas sorpresas para el visitante: su iglesia, la segunda más antigua del país; los ricos pasteles de la pastelería A Prova
(cerrado domingos); y la Quesería
Artesanal de la Asociación de Anccral (Asociación Nacional de Criadores de
Caprinos de Raza Algarvia), en la que se producen y venden excelentes quesos
(1,20 euros) y yogures artesanales con la leche de la cabra algarvia (abierta
de lunes a viernes).
No
olvides incluir una parada en Monte Francisco, la otra patria de Paco de Lucía.
Aquí nació su madre, Lucía, y el guitarrista universal dedicó a ella y a Castro
Marim uno de sus trabajo. Su segunda tierra no se olvida del artista, y bajo su
casa materna, en el Largo Manuel Gomes, sobre el que vive su familia, se construye
un parque muy especial donde podrás escuchar su música.
Monte
Francisco es además uno de los destinos más frecuentados de los vecinos
españoles por la rica comida casera de los restaurantes Sabores da Beira y
Retiro dos Caçadores
6.-Las
playas infinitas. Y si sorprendente es el Castro Marim rural, maravilloso es el
costero, con playas kilométricas de arena blanca, agua transparente y baños
tranquilos. Túmbate en esta alfombra confortable de arena en la playa do
Cabeço, y disfruta de los arroces y la sangría de champán de Sem Espinhas o de
una fiesta veraniega en Sem Espinha Nature.
Vive
el ambiente playero más ‘chic’ y selecto en Praia Verde, a pie de playa en el
restaurante Pezinhos n’Areia o con una panorámica impresionante en el
restaurante O Infante o en la terraza Guarita.
Y,
no dejes de conocer la localidad costera de Altura y su playa familiar y
ambientada de Alagoa. Pasea por su mercado y saborea la rica comida de sus
famosos restaurantes, como A Chaminé, O Fernando, O Charco, Das Mares, Zé da
Tasca, o Bate que eu Abro…
7.-Algo
más que un hotel. En Castro Marim no hay hoteles, hay experiencias, porque si
de algo puede presumir este municipio del sotavento es de tener una oferta
hotelera muy variopinta y diferente que se prevé incrementar los próximos años
con nuevos hoteles.
Puedes
dormir en una granja biológica como Quinta da Fornalha, en una casa de campo
como Espargosa Monte de Baixo, en una antigua y encantadora casa algarvia como
Casa Rosada, en medio de un campo de golf como el Castro Marim
Golf&Country Golf o en uno de los ecohoteles de diseños más afamados del
país como Companhia das Culturas. Y puedes desconectar de mundo y cargar las
baterías en el hotel Praia Verde, durmiendo y despertándote frente al mar o
reponiendo fuerzas con un espectacular brunch en la piscina, elaborado por el chef
David Domingues, de su restaurante A Terra.
8.-Caminar
y caminar. Coge la mochila y mira Castro Marim de una forma diferente,
recorriendo los 8 senderos trazados en los lugares más atractivos de su
territorio: por el centro de la ciudad
(PR1 Do pasado ao presente); por las huertas y campos de noria del pantano de
Beliche (PR2 Circuito de Beliche); junto al río Guadiana (PR3 Uma janela para oGuadiana); por la Fonte de Penedo y el Parque de Aventura (PR4 De perto e deLonge), por el paraje natural Terras de Orden y el río Foupana (PR5 Terras deOrden); por la zona de la aldea Corte Pequena (PR6 Canavais do Barranco do Ribeirão); por los caminos de pastoreo de la cabra algarvia (PR7 Caminhos daCabra Algarvia); o por los almendros en flor (PR8 Caminho da Amendoeira).
Pero,
hay más, por Castro Marim discurre uno de los grandes y más bellos senderos de
la península, que a lo largo de 65 kilómetros une Vila Real de Santo António
con Alcoutim (GR15 Grande Rota do Guadiana). Además, en la web de Odiana puedes encontrar más itinerarios y recursos para recorrer y conocer el territorio del Baixo Guadiana.
9.-Fiestas,
ferias y festivales. El Castro Marim más atrayente, bullicioso y alegre es el
que se vive durante sus fiestas, y son muchas. El calendario festivo arranca con
los actos de Navidad, con el nacimiento de sal, el belén viviente de Odeleite y parada incluida de los Reyes Magos. Continúa con el famoso
Carnaval de Altura, la Feira Terra de Maio (25 al 27 de mayo) en Azinhal, las
verbenas de los Santos Populares y la Fiesta de la Catapana durante todo el mes
de junio.
En
el verano toca la Fiesta del Inmaculado Corazón de María en Altura, el popular Festival Internacional del Caracol, ambas en julio, y la de Nuestra Senhora
dos Mártires en agosto.
Los
platos fuertes están en agosto con el Festival de Lucia y
sus famosos e imperdibles Días Medievales en los que Castro Marim vuelve al
pasado.
10.-Me
lo compro. Aunque no lo parezca, Castro Marim es un destino de compras, no hay
ni centros, ni calles comerciales, pero, a cambio, tienes carismáticos mercados
y mercadillos en los que encontrar ‘joyas’ auténticas, inimitables, únicas. No
te pierdas el Mercado mensual, el segundo sábado de mes; la Feria de Antigüedades, el tercer sábado de mes; los mercados de Odeleite, el primer
domingo de mes, y de Azinhal, el último domingo de mes; y las ferias de
artesanía de Altura.
Si
no puedes cuadrar tu agenda con el calendario de mercado, vuelve al Antiguo
Mercado o pasa por la tienda de la Quinta da Fornalha.
Une las letras subrayadas de nuestras 10 pistas y descifra el mensaje: "En Castro Marim ------ ----"
0 Comentarios
Gracias por tu comentario! Obrigado!